lunes, 4 de enero de 2010

Al menos no por hoy.

Apareces y en ese instante ya se puede caer el mundo que a mí me da igual, yo estoy donde quiero estar y lo demás se vuelve insignificante...
Y es que aunque no sea consciente de ello, realmente si hubo un día en el que elegí, un día en el que pudieron más mis ganas de estar que el resto de cosas... Y no sé como hubiesen sido las cosas si no hubiese elegido esto, pero tampoco quiero saberlo, me gusta esto, me hace sentir bien, me hace olvidarlo todo incluso en el peor instante, me hace sentir que todo esto merece la pena.

Y es que, a pesar de que mis palabras ya casi nunca quieran salir, creo que esto es una de las pocas cosas que conseguiría hacerme escribir líneas y líneas...
Porque esto es diferente, esto tiene algo que lo hace único, algo que consigue ilusionarme aun cuando no tengo ganas de hacerlo, algo que me aporta tanto que aunque haya cosas malas yo sonrió...

Además, me encanta cuando me llamas tonta, o cuando me echas la bronca por ser tan rancia, cuando me das un abrazo y tienes que tirar de mi porque ni me muevo y cuando me miras con esa cara de 'no seas así'... porque me lo dices una y otra vez y sin embargo no dejas de hacerlo, porque sabes que me importa aun que yo no te lo diga, porque me miras y con eso es suficiente...

Así que si, como no iba a gustarme esto, como no voy a sonreír por saber que estas a mi lado, como no voy a emocionarme al leer unas cuantas líneas escritas para mi o al recibir un mensaje en el que cada una de sus palabras es mejor que la anterior, al leer que el año va a ser bueno por la simple razón que lo empezamos juntas...

Y sé que quizá esto no dure siempre pero si se que mientras lo haga te voy a querer con todas mis fuerzas, que no va a ver un día en el que no tenga ganas de verte, en el que no me haga ilusión, que voy a dar todo lo que tengo y más porque tú seas feliz, porque tu sonrisa no desaparezca... Pero también te digo que pondré todas mis fuerzas, mis ganas y mi ilusión en que esto dure, en que no seas tan solo un recuerdo bonito, ni siquiera el más bonito…

Porque apareciste en el mejor momento y porque creo que no puedo quererte más, al menos no por hoy...

viernes, 1 de enero de 2010

364 por delante...

Ayer empecé escribiendo unas cuantas líneas sobre el año que dejábamos atrás. Sabía que lo único que no quería era hacer un balance de lo bueno y malo, como tantas personas, de esos 365 días que estábamos a punto de dejar atrás por la sencilla razón de que no necesito recordar lo malo que he vivido, porque no lo he olvidado; y menos aun lo bueno porque me acompaña cada día. Además, para ser sinceros, sé que en ese balance predominaría lo malo así que mejor me quedo con lo bueno.

Y aunque ayer no fui capaz de acabar de escribir esas cuantas líneas, hoy voy a intentar al menos reunir unas pocas.


Durante toda la noche pensé en tantas cosas sin apenas darme cuenta. Llevaba tanto tiempo sin hacerlo que ya casi había olvidado lo que suponía.
Recordé la ilusión con que empecé una historia, por qué otra se convirtió en algo especial, recordé por qué esa otra persona a la cual apenas conocía se convirtió en alguien importante o cómo aquella que lleva tanto tiempo aun consigue hacerme sentir esa ilusión, esas ganas de simplemente estar, esa necesidad de no alejarme…
Y es que mis años no podrían estar formados por nada que no fueran personas, esas que consiguen que yo no deje de caminar, esas que me dan la mano cuando más lo necesito, quienes me empujan para que no me quede atrás o aquellas que han hecho que hoy pueda estar escribiendo estas pocas líneas.

También me hizo volver a sentir que la única que decide soy yo, soy yo quien siente quien tiene que permanecer o salir de mi vida, soy yo quien valora cada una de las situaciones que he vivido y si me compensa tener abierto todo lo que tengo.

Porque lo mejor o peor que tengo, es que soy así, es que no hay nada a lo que no le encuentre un significado, ni nada que vaya a cerrar sin estar totalmente segura. Y sé que por ser así hay cosas que me duelen más, pero también sé que si no fuera exactamente como soy, ahora habría cosas (imprescindibles para mí) que ya no tendría cerca.

Porque si, lo que realmente importa es a quien tengas a tu lado para vivir ese año, ese que acaba de empezar y que es tan impredecible y vulnerable ahora mismo, tanto como para incluso poder elegir por donde llevarlo. Porque al final llega el día en el que necesitarías retroceder, volver al punto en el que algo cambió, hacer las cosas como realmente quieres… Pero estamos a tiempo, tenemos el año en nuestras manos, aun nos quedan 364 días para conseguir que el año que viene, si decidimos hacer un balance, pueda ganar lo bueno; tenemos el poder de decidir quiénes queremos que formen cada uno de esos días, quienes van a conseguir que merezca la pena mirar atrás una y mil veces el próximo día en el que por una vez, todos hacemos algo a la vez.