domingo, 22 de agosto de 2010

Posible.

Dime que quieres que este aquí y me quedaré. Es tan fácil como eso, sólo tienes que decirlo. Sólo tienes que hacerme ver que realmente esto te importa lo suficiente como para no dejar que tan sólo sea un recuerdo.
Que puede ser difícil pero nunca nadie demostró que lo fácil fuese mejor. Que yo fuerzas tengo más que suficientes y ganas no es que me falten así que lucha, que cuando no puedas ya estaré yo para no dejar que tú te caigas.
No dejes que me vaya, no dejes que me canse.
Que en el fondo tú tienes tantas ganas como yo, que solo hay que apartar el miedo.

martes, 17 de agosto de 2010

Sólo estamos tú y yo en una balanza.

Y de repente todo pareció dar un giro de 360º. Seguíamos en el mismo lugar que antes, con la misma intención y con tan sólo unos segundos más de reloj, pero algo había cambiado en medio de todo eso. Tus palabras habían salido tal vez, en un primer momento, incluso con miedo pero unos segundos después ya se encontraban en el centro de la diana. Eran las palabras adecuadas, eran de verdad, no escondían nada, de hecho hasta rebosaban sentimientos.... Por primera vez, después de días y días, habíamos conseguido desnudar nuestro interior, por fin habíamos sido capaces de ser más fuertes que el miedo.

Y no, no voy a engañarte, hubiese dado lo que fuese porque esas palabras hubiesen sido un: quiero estar contigo. Pero créeme si te digo que, incluso sin serlo, fueron lo que más necesitaba en ese momento.

Sabes? no puedo crear esta historia sola, pero lo que sí que puedo hacer es prestarte todas mis fuerzas para que llegues a creer que merece la pena crearla.
Que no me voy a ir, que sigo aquí, a tu lado, mientras tú lo necesites.


Yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo...

sábado, 7 de agosto de 2010

Hoy...

Hace demasiado tiempo que aprendí a vivir sin ti, pero aún así, en días como hoy, cuando por casualidad me cruzo con mil cosas tuyas, no puedo evitar pensar en cómo sería mi vida si tú estuvieras en ella.
Es cierto que hemos aprendido a vivir así y que no nos va tan mal, pero a veces me pregunto cómo hemos llegado hasta aquí. Tú ya no sabes nada de mí y yo, yo apenas recuerdo el sonido de tu voz. Y sin embargo, cada vez que veo cualquier cosa o sostengo en mis manos algo tuyo, siento que sigue siendo nuestro. Siento que en algún momento volveremos a encontrarnos.

Y sé que pensar esto no es bueno pero el problema es que hace mucho que deje de pensarlo y sin embargo lo sigo sintiendo.
Hace un año o incluso hace algunos meses, si me hubiese parado a escribir sobre esto, lo habría hecho con dolor, con nostalgia… Pero en cambio hoy, hoy lo hago con toda la normalidad del mundo. Por fin fui capaz de asumir que ya no estás y por fin puedo pensar en esto sin que sea algo que aun duele.

Y lo cierto es que no sé en qué momento esto cambio, pero si sé que lo hizo y que gracias a ello puedo permitirme el pensar en ti o recordarte sin que eso suponga un dolor que antes no todos los días podía permitirme.

Y otra cosa que sé es que si suena el teléfono y eres tú, dejaré cualquier cosa que esté haciendo para ayudarte, pero también sé que tú harás lo mismo. Que no he dejado de pensar que es Para Siempre… aun que está parte del camino no la estemos compartiendo. Porque si algo me ha quedado claro durante estos años es que cuando compartimos tiempo, no podemos evitar ser solamente tú y yo.