Y de repente todo pareció dar un giro de 360º. Seguíamos en el mismo lugar que antes, con la misma intención y con tan sólo unos segundos más de reloj, pero algo había cambiado en medio de todo eso. Tus palabras habían salido tal vez, en un primer momento, incluso con miedo pero unos segundos después ya se encontraban en el centro de la diana. Eran las palabras adecuadas, eran de verdad, no escondían nada, de hecho hasta rebosaban sentimientos.... Por primera vez, después de días y días, habíamos conseguido desnudar nuestro interior, por fin habíamos sido capaces de ser más fuertes que el miedo.
Y no, no voy a engañarte, hubiese dado lo que fuese porque esas palabras hubiesen sido un: quiero estar contigo. Pero créeme si te digo que, incluso sin serlo, fueron lo que más necesitaba en ese momento.
Sabes? no puedo crear esta historia sola, pero lo que sí que puedo hacer es prestarte todas mis fuerzas para que llegues a creer que merece la pena crearla.
Que no me voy a ir, que sigo aquí, a tu lado, mientras tú lo necesites.
Yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario